¿Qué tipo de Internet queremos y qué se necesita para conseguirlo? En abril de 2014, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), organizó el encuentro "Global Meeting on Gender, Sexuality and the Internet" sobre género, sexualidad e internet en Port Dickson, Malasia. Allí, se reunieron 50 participantes de seis continentes entre las que había activistas de género y derechos de las mujeres, integrantes del movimiento LGBTQ, organizaciones defensoras de los derechos en internet y la tecnología, y activistas de derechos humanos.
El objetivo de la reunión fue romper la brecha existente entre los movimientos feministas y quienes defienden los derechos en internet, además de observar las intersecciones y oportunidades estratégicas para trabajar en conjunto como aliados y socios. El discurso existente en torno al género e Internet tiende a centrarse en los componentes de género ausentes de las políticas que gobiernan internet, las violaciones resultantes y la necesidad de una mayor participación de las mujeres en los foros de toma de decisiones.
Con el fin de redefinir los límites de este diálogo, el encuentro utilizó un proceso colaborativo para plantear la pregunta: "Como feministas, ¿qué tipo de internet queremos y qué se necesita para conseguirlo?". Durante tres días, las participantes dialogaron y debatieron sobre las intersecciones existentes entre género, sexualidad e internet, no sólo como herramienta, sino como nuevo espacio público.
En este proceso, las participantes desarrollaron un conjunto de principios feministas para Internet. En un inicio, eran 15. Ahora ya son 17. Estos principios están pensados como un documento en permanente proceso de construcción que informa nuestro trabajo sobre género y tecnología, además de incidir en nuestras conversaciones para la elaboración de políticas relativas a la gobernanza de internet, aunque están en permanente proceso de construcción.
Los 17 principios feministas para Internet
Acceso
1. Acceso a Internet. Una internet feminista comienza con posibilitar que más mujeres y personas queer puedan disfrutar de un acceso universal, satisfactorio, accesible, sin condiciones, abierto, significativo e igualitario a internet.
2. Acceso a la información. Secundamos y protegemos el acceso irrestricto a información relevante para las mujeres y personas queer, en particular información sobre temas de salud y derechos sexuales y reproductivos, placer, aborto seguro, acceso a la justicia y temas LGBTIQ. Esto incluye diversidad de idiomas, habilidades, intereses y contextos.
3. Uso de tecnología. Las mujeres y las personas queer tienen derecho a codificar, diseñar, adaptar y usar las TIC de manera crítica y sostenible, y recuperar la tecnología como una plataforma para la creatividad y la expresión, así como para desafiar las culturas del sexismo y la discriminación en todos los espacios. Movimientos y participación pública
4. Resistencias. Internet es un espacio donde las normas sociales se negocian, se desarrollan y se imponen, a menudo como extensión de otros espacios moldeados por el patriarcado y la heteronormatividad. Nuestra lucha por una internet feminista es la continuación de nuestra resistencia en otros espacios, tanto públicos como privados.
5. Construcción de movimientos. Internet es un espacio político transformador. Facilita el surgimiento de nuevas formas de ciudadanía que permiten a las personas reivindicar, construir y expresar su individualidad, sus géneros y sexualidades. Esto incluye conectarse entre territorios, exigir rendición de cuentas y transparencia, y crear oportunidades para el crecimiento sostenible del movimiento feminista.
6. Toma de decisiones en la gobernanza de Internet. Estamos a favor de desafiar los espacios y procesos patriarcales que controlan la gobernanza de internet, y de incluir a más feministas y personas queer en la toma de decisiones. Queremos democratizar la formulación de políticas que afectan internet, así como dispersar la propiedad y el poder en las redes globales y locales.
Economía
7. Economías alternativas. Tenemos el compromiso de cuestionar la lógica capitalista que empuja a la tecnología hacia una mayor privatización, lucro y control corporativo. Trabajamos para crear formas alternativas de poder económico basadas en principios de cooperación, solidaridad, bienes comunes, sostenibilidad ambiental y apertura.
8. Programas de código abierto y libre. Tenemos el compromiso de crear y experimentar con tecnología, incluyendo la seguridad y protección digital, utilizando herramientas y plataformas de fuente abierta. Para nuestra práctica es esencial promover, difundir y compartir conocimiento sobre el uso de estas herramientas.
Expresión
9. Amplificación del discurso feminista. Reivindicamos el poder amplificador de internet en relación con las narrativas sobre las realidades que viven las mujeres. Es necesario resistir contra la derecha religiosa, al igual que otras fuerzas extremistas y contra el estado, cuando estos monopolizan la moralidad, silencian las voces feministas y persiguen a quienes defienden los derechos humanos de las mujeres.
10. Libertad de expresión. Defendemos el derecho a expresarnos sexualmente como una cuestión de libertad de expresión y de no menos importancia que la expresión política o religiosa. Nos oponemos radicalmente a todo esfuerzo por parte de actores estatales y no estatales de controlar, vigilar, regular y restringir la expresión feminista queer en internet a través de tecnología, legislación o violencia. Afirmamos que esto forma parte de un proyecto político más amplio de vigilancia moral, censura y discriminación jerárquica de la ciudadanía y sus derechos.
11. Pornografía y "contenidos ofensivos". Reconocemos que el tema de la pornografía en línea tiene que ver con la agencia, el consentimiento, el poder y el trabajo. Rechazamos todo vínculo causal simple entre el consumo de contenidos pornográficos y la violencia contra las mujeres. También rechazamos la abrazadera expresión "contenido nocivo" como etiqueta aplicable a la expresión de la sexualidad femenina y transgénero. Estamos a favor de reivindicar y crear contenido erótico alternativo que se oponga a la visión patriarcal dominante y que coloque los deseos de las mujeres y las personas queer en el centro.
Agencia
12. Consentimiento. Es necesario incorporar una ética y una política de consentimiento en la cultura, el diseño, las políticas y los términos de servicio de las plataformas de internet. La agencia de las mujeres radica en su capacidad de tomar decisiones informadas sobre qué aspectos de sus vidas públicas o privadas quieren compartir en línea.
13. Privacidad y datos. Apoyamos el derecho a la privacidad y el control total sobre los datos y la información personal en línea en todos sus niveles. Rechazamos las prácticas de los estados y las empresas privadas que utilizan los datos con fines de lucro y para manipular el comportamiento en línea. La vigilancia es la herramienta histórica del patriarcado, utilizada para controlar y restringir los cuerpos, las voces y el activismo de las mujeres. Lo mismo vale para las prácticas de vigilancia por parte de individuos, sector privado, actores estatales y no estatales.
14. Memoria. Tenemos el derecho de ejercer y mantener el control sobre nuestra historia personal y la memoria en internet. Esto incluye la posibilidad de acceder a todos nuestros datos personales e información en línea y la capacidad de controlar esta información, lo que implica saber quién tiene acceso a ella y en qué condiciones, y la posibilidad de borrar nuestros datos para siempre.
15. Anonimato. Defendemos el derecho al anonimato y rechazamos todo intento de restringirlo en línea. El anonimato permite nuestra libertad de expresión en línea, sobre todo cuando se trata de romper los tabúes de la sexualidad y la heteronormatividad. También nos permite experimentar con la identidad de género y garantiza la seguridad de las mujeres y las personas queer que se ven afectadas por la discriminación.
16. Niñas, niños y jóvenes. Llamamos a incluir las voces y experiencias de la juventud en las decisiones que se tomen respecto de seguridad en línea y promover su protección, privacidad y acceso a la información. Reconocemos el derecho de niñas y niños a un sano desarrollo emocional y sexual, que incluya el derecho a la privacidad y acceder a información positiva sobre sexo, género y sexualidad en momentos críticos de sus vidas.
17. Violencia en línea. Llamamos a todas las partes interesadas de internet, incluyendo usuarios / as, diseñadores / as de políticas y el sector privado, a abordar la cuestión del acoso en línea y la violencia relacionada con la tecnología. Los ataques, amenazas, intimidación y vigilancia que experimentan las mujeres y las personas queer son reales, nocivos y alarmantes, y son parte del problema más amplio de la violencia basada en el género. Es nuestra responsabilidad colectiva abordar y terminar con esta violencia.