¿Cómo podríamos mejorar la calidad de vida de las personas en las zonas rurales de la demarcación de Tarragona? A través de la impresión 3D. Lo explica Jordi Nager Duch, técnico dinamizador del Área de Recursos Humanos, Empleo y Emprendimiento de la Diputación de Tarragona.

La provincia de Tarragona cuenta con un total de 10 comarcas y 184 municipios, de los que 142 tienen menos de 150 habitantes por kilómetro cuadrado. Así, el 77% de las localidades son rurales y vive más del 20% de la población total . Durante las últimas décadas, las grandes ciudades costeras han ido creciendo en número de habitantes, mientras que la mayoría de los pequeños municipios de tradición rural (una gran mayoría ubicados en el interior) han vivido un envejecimiento de la población y una pérdida de vecinos y vecinas.

En este sentido, el reto 'Cómo la impresión 3D puede dar vida a los municipios rurales de la demarcación de Tarragona' de la Diputación de Girona busca paliar la situación y acercar el mundo rural al conjunto de la sociedad para fomentar el equilibrio territorial .

"El objetivo es aprovechar esta herramienta de innovación abierta, digital, social y colaborativa para contribuir a la igualdad de oportunidades de todas las personas", explica Jordi Nager Duch , técnico dinamizador del Área de Recursos Humanos, Empleo y Emprendimiento de la Diputación de Girona y promotor de este reto. Se desarrolló durante el curso de Innovación Social Digital promovido por la Secretaría de Políticas Digitales de la Generalidad de Cataluña, aunque todavía no se ha llevado a cabo.

Una prueba piloto en dos municipios rurales

La prueba piloto empezaría a pequeña escala, en dos municipios rurales que representen al conjunto de la demarcación, para ir testeando, aprendiendo, validando y mejorando a medida que se avanza con el reto y, posteriormente, ir incorporando a otros municipios interesados. Éstos ayudarían a dinamizar su localidad y favorecer el contacto social entre los abuelos, padres, hijos, nietos, etc; realizando objetos impresos en 3D de forma colaborativa y conjunta.

El reto presta especial atención a las personas mayores de 65 años , que representan un elevado porcentaje en los municipios rurales. El objetivo es captar su atención con la infinidad de ejemplos de usos o utilidades de la impresión 3D, más allá de la relevancia que han tenido durante la cóvid-19. "Para acercar esta novedad tecnológica a los vecinos y vecinas de los dos pueblos de la prueba piloto es clave que les resulte útil a nivel personal", explica Nager.

El Laboratorio de Fabricación Digital del Centro de Innovación y Formación Boca de la Mina de la Diputación de Tarragona, que se ha puesto en marcha recientemente, podría jugar un papel clave a la hora de abordar este reto, implicando al mayor número de agentes de la cuádruple hélice.