La ciencia es una actividad social esta también es atravesada por los diferentes estamentos que conforman la sociedad, incluidos el machismo. A lo largo de la historia, han existido mujeres científicas que han señalado injusticias en la generación del conocimiento científico. Por ejemplo, Antoinette Brown Blackwell, naturalista y primera mujer de Estados Unidos en graduarse en medicina, cuestionó la teoría de la selección sexual. Ella escribió el libro "Los sexos a través de la naturaleza" en 1875 donde debatía la teoría de Charles Darwin, el naturalista más respetado de la época. A través de una metodología científica criticó la superioridad evolutiva masculina que promulgaba este científico.

La cooperativa Luciferases nace para romper con los imaginarios androcéntricos y estereotipos sexistas de las mujeres en la ciencia y se crea el distrito de Gracia de la ciudad de Barcelona, ​​con una diversidad de características socioeconómicas las que se quieren aprovechar para disminuir la brecha de acceso al capital cultural científico. Trabajan a través de cinco objetivos estratégicos ofreciendo talleres a la comunidad científica para niños, jóvenes y personas adultas.

  1. Potenciar la ciencia como herramienta de transformadora de la sociedad
  2. Crear nuevas narrativas científicas críticas
  3. Fomentar nuevos formatos de cultura científica que incorporen la perspectiva feminista
  4. Hacer de la ciencia un espacio para todas
  5. Utilizar los feminismos para la gestión de la entidad.

"Si no contamos con las aportaciones de las mujeres científicas en la historia del desarrollo científico-técnico, éste permanece incompleto e injustamente tratado. Los motivos por los que las mujeres que han contribuido al desarrollo científico han sido infrarrepresentadas y invisibilizadas son diversos y desde luciferasa contribuyen a destaparlos.", explica Judit.