Liliana Arroyo, directora general de Sociedad Digital de la Generalidad de Cataluña, habla del pasado, del presente y del futuro de la Red Punt TIC. ¡Disfruta del nuevo reportaje audiovisual!

«Uno de los elementos que nos caracteriza es la Carta de Derechos y de Responsabilidades Digitales y uno de los derechos que intentamos promover es la posibilidad de acceder a la conectividad, dispositivos y herramientas digitales. En este marco, la Red Punt TIC es un elemento clave, son puntos de proximidad digital de la ciudadanía», explica Liliana Arroyo, directora general de Sociedad Digital de la Generalidad de Cataluña. Después de más de veinte años de actividad, la Red Punt TIC, que actualmente cuenta con más de 400 miembros, ha permitido que haya habido capilaridad de la revolución digital en todo el territorio y al mismo tiempo mantener una escucha activa para conocer en todo momento las necesidades de pueblos y ciudades. «Es una red que tiene una gran capacidad de evolución con el paso del tiempo en cuanto a espacios, equipos, softwares, herramientas y, sobre todo, contenidos. Éste ha sido uno de sus grandes aciertos. Los Punt TIC son un espacio de encuentro, un espacio donde resolver dudas, donde claramente existe un rasgo diferencial: las personas dinamizadoras, personas que tienen un talento increíble y que no sólo saben del entorno digital sino que también saben dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía», afirma Arroyo.

La promoción de las vocaciones tecnológicas entre niñas y chicas y el uso crítico y responsable de las nuevas tecnologías en los hogares son dos de los temas centrales que actualmente vertebran la Red Punt TIC. De la misma forma, la innovación social digital tiene una presencia destacada. «Lo digital es lo que debe permitirnos avanzar. No ponemos una herramienta digital como solución por defecto, sino que nos planteamos cómo los entornos digitales pueden ayudarnos a alcanzar este ideal de sociedad. Y nosotros, la Red Punt TIC y la Dirección General, vamos en este camino: crear una comunidad digital madura, empoderada y crítica», concluye Arroyo.